Despierta la montaña, dejando caer sábanas sedosas de niebla blanca. Amanece en la tierra de las Bocas Negras. Un viejo peligro que acecha, una leyenda que renace. Ritos de muerte enjaulada, susurros de una lengua olvidada: “Lobo, cão, pessoa...” ¿Serán todas la misma cosa?
En Castro Laboreiro (Melgaço), zona fronteriza, existe una raza autóctona de perro llamado por el mismo nombre. El perro, símbolo de protección del ganado contra los lobos ibéricos y ya casi una leyenda por la inactividad pastoril en las montañas portuguesas, constituye un signo identitario tan fuerte para los habitantes de Castro que hasta ellos mismos se hacen llamar “Bocas Negras”, en honor al animal. El proyecto trata de dar a conocer esta región, su historia y tradición, y hablar de la hostilidad del entorno fronterizo, la gente y su cultura. Todo esto a través de la figura del perro y su iconografía, evitando mostrar lo evidente y recorriendo al símbolo, la leyenda y el mito.